Tal Vez {Caleb}

Estaba en mi sala común, la profusión de colores hace de la sala común de Hufflepuff un lugar agradable, por esa razón habia decidido quedarme aquella tarde en uno de los sofás leyendo tranquilamente un libro y estudiando, a decir verdad, no tenia ganas de hacer nada, habria molestado a Caleb, pero por alguna extraña razón no habia conseguido localizarlo.

Sobre la repisa de la chimenea, estaba el retrato de Helga Hufflepuff, La fundadora de Hufflepuff, me quedé mirandola, llevaba años viendo aquel retrato, siempre me habia llamado la atención, me habría gustado haberla conocido, saber cuales eran sus puntos fuertes, como conoció al resto de fundadores, pero sobre todo queria averiguar el porque de formar Hogwarts.

Estaba demasiado sumergida en mis pensamientos, que no me di cuenta de que habia aperecido un chico alto con el pelo negro caoba y los ojos marrones al que yo conocia muy bien. Tal vez llevaba ahi todo el rato y por eso era por lo que no le encontraba, tal vez acababa de llegar, tal vez era verdad eso que decian de que cuando leia o pensaba era como si nada más a mi alrededor existiera, solo tal vez.

El día se tornaba aburrido, tras las clases había decidido pasearme por los pasillos en busca de algo que pudiera entretenerme. Y lo encontré, pero por ello había acabado con algunos rasguños sin importancia y con la ropa sucia y algo agujereada. Era lo que tenia provocar a los Slytherin ligando con una de sus chicas. Pero siempre que me metía en esas peleas, o casi siempre terminaba saliendo airoso de ellas... esta vez, la pelea había sido interrumpida por uno de nuestros prefectos de la escuela, exactamente de la casa de los cuervos.

Tras aquella disputa, decidí volver a la sala común, aunque solo fuera para cambiarme y volver a marcharme, la sala común era aburrida, solitaria y silenciosa, lo cual venia bien si lo que querías era dormir, el sueño no tardaría en llegar con tanto silencio y nada que hacer. Al llegar, sentada junto a la chimenea, vi a una chica morena la cual conocía a la perfección. Observaba el cuadro de Helga sin enterarse tan siquiera que había entrado.
-¿Te cuenta algo interesante?
Pregunté burlón tomando una manzana de la mesa y dándole un mordisco

Sin duda era el, Caleb Danvers, mi hermanastro, mi mundo pero tambien mi pesadilla con patas, estaba embarrado completamente y con algun que otro rasguño, "Ya se ha vuelto a meter en un lio", a veces me daba la impresión de que lo hacia por diversion, de que como se aburría más que una ostra pues pensaba "voy a meterme en un lio y asi hago de rabiar a mi hermanastra" pero no tenia ni idea de lo que pasaba por la cabeza de aquel muchacho, me sentia atraida hacia el, eso no podia negarlo, no habria sido creible, era un joven guapo y muy bien cuidado al que se le daban bien muchas cosas, eso más de una vez hacia que yo me pusiese de los nervios, no soportaba que fuese mejor que yo en algo, ni tampoco que el fuese el capitán del equipo de Hufflepuff, ni que fuese prefecto cuando estaba todo el dia metiendose en líos, que me superase era algo que, simplemente, no asimilaba.
-No, nada interesante-contesté a su pregunta mientras el cogia una manzana- pero creo que tu si, ¿cierto?-era increible, incluso estando embarrado me gustaba, más de una vez me habia intentado convencer de que era solo una leve atracción, pero a esas alturas ni yo me lo creia.

De todas las chicas que había por el castillo había ido a meter en mi mente a mi hermanastra. Pasar las horas con ella haciéndola rabias había sido uno de mis pasatiempos hasta que tanto pique se había echo algo mas que una simple atracción. Pero como buen hermanastro... negaba todo sentimiento hacia ella mas allá del lazo que nos unía
-Interesante yo?
Me miré de arriba abajo, tenia toda la ropa manchada de barro, hasta el suelo ya marcaba mis pisadas desde el cuadro hasta donde estaba.
-Creo que mi aspecto ya te dice suficiente. ¿o quieres saber mas?
Olvidándome que estaba embarrado me senté en el sofá cerca de ella. Tan solo para molestarla simplemente acerque mi mano a su mejilla acariciándola.
-¿Que tal esta mi pequeña hermana?

Si, era mi hermanastro, unico e inigualable, habria ido al fin del mundo por el, pero eso era algo que yo tenia muy escondido, poca gente sabia lo que sentia por mi hermanastro, para ser exactos solo lo sabia una persona. -Si, Caleb, para interesantes tu y mi conejo Albaricoque-le dije en tono de broma, aunque era verdad, mi conejo era muy importante, al menos para mi.-¿por que no? Claro que quiero saber que ha pasado-Sinceramente, no era muy normal que una persona entrase por la puerta llena de barro y con rasguños y fuese como si nada por la sala común, por supuesto que queria averiguar que habia hecho esta vez para estar asi, además de que yo era un poco cotilla.

Se acercó y se sentó a mi lado, yo no me moví, aunque estuve a punto de levantarme e irme a otro sofá, ya se habia manchado él, no queria mancharme yo también.-Pues estaba muy bien y muy tranquila, si, ¿y tu como estás? Aparte de sucio-Le pregunté yo con un tono un tanto enfadado, estaba embarrando toda la sala común, con lo limpita que estaba, ademas como se moviese un poco, lo proximo que embarraria seria a mi, y yo me habia duchado hacia ya una hora aproximadamente.

Había despertado su mente curiosa, aunque no era difícil, no era muy común ver entrar a alguien embarrado. Raro era que no se hubiera levantado cuando me senté a su lado, sabia que odiaba el desorden tanto como las cosas sucias. Pero todo lo que odiaba ella yo lo amaba tan solo por el echo de molestarla
-Bien, aunque necesitaría una ducha, pero ya que me he sentado la ducha tendrá que esperar.
Sonreí divertido aunque su tono d voz no fuera muy amigable, dejaba vez que, el que estuviera sucio y cerca de ella, corriendo el riesgo de mancharse no le agradaba para nada. Abrí los brazos sin perder la sonrisa de mi boca
-¿No das un abrazo a tu querido hermano?
Me acerqué mas a ella, puestos que ella no iba abrazarme ni siquiera la dejé tiempo para contestarme o para huir de mi. La rodeé con mis brazos dándola yo aquel abrazo, acariciando su pelo con mis manos sucias, pegando mi cuerpo al suyo manchándola de barro

Vi que no se movia, de momento no, eso era buena señal no habia nada que indicase a que yo fuese a terminar llena de barro, odiaba el desorden mucho si, pero no tanto como odiaba la suciedad, era repugnante por eso se me formó una mueca cuando dijo que no se iba a duchar ya que se habia sentado,- Es asqueroso, tendrias que ducharte, yo, por ejemplo ya me he duchado hace un rato.-dije entre asqueada y confusa por la sonrisa que le habia aparecido en la cara de repente, eso no era bueno, Caleb haria cualquier cosa por fastidiarme, cualquiera. Escuche que mencionaba que le abrazase,-No, cuando te duches te abrazo.-en ese momento me percaté de que habia extendido los brazos y poco despues me abrazó ensuciandome entera y llenandome el pelo de barro.-Caleb, para ya que me estás ensuciando- le reproché, pero él no se inmutó, finalmente me rendí, no parecía que fuese a soltarme, asi que le devolví el abrazo, por mi cabeza pasaban muchas maneras de vengarme pero eso ya seria otro día, cai en la cuenta de que me tendria que volver a duchar, y entonces mi enfado volvió a aparecer, seguiamos abrazados cuando le dije -¿Ya estás contento? Ya tienes tu abrazo y además me has embarrado entera, ¿quieres algo más?- La última pregunta no debería haberla hecho, caleb siempre tenia excusas para molestarme y esa pregunta era una muy buena, solo esperaba no haberle dado ninguna idea.

Sabia que su respuesta seria algo parecido a la que dio, por algo no había esperado a que respondiera, si de ella dependiera... Sonreí mas ampliamente cuando al abrazarla se resistía quejándose de que la estaba ensuciando. Esa era la principal idea. Terminó rindiéndose y abrazándome también, lo cual me hizo sentir algo raro por dentro.
-Estabas deseando abrazarme, no lo niegues
Bromee aun abrazada a ella, escuchando como lanzaba la pregunta. Por querer quería muchas cosas, la mayoría tenían que ver con ella, pero por ahora, no iba a soltar prenda con respecto a mis sentimientos por ella, seria un buen hermano
-¿Que quiero?... bueno, ya que ambos nos tenemos que duchar, que tal si te duchas conmigo como buenos hermanos

La situación habia terminado por hacerme gracia, estabamos completamente sucios, abrazandonos en el sofa machandolo entero, cualquiera que lo hubiese visto habria pensado que somos dos cabras. -Si, Caleb estaba deseando abrazarte tantisimo que de no ser porque todavia estamos abrazados estaria dando saltos por toda la habitación-le dije sarcasticamente, era curioso, yo no era una de esas personas que van por la vida soltando sarcasmos, sin embargo cuando estaba con Caleb me salian solos, como si fuera algo natural.
-Si, claro que si, hermanito, y ya que nos ponemos me tiras desde una azotea, ¿te parece?- le conteste a la propuesta de ducharnos juntos, yo ya me habia duchado, me habia ensuciado y ahora me tenia que volver a duchar pero eso seria después de que el se duchase, no iba a correr el riesgo de que despues de ducharme por segunda vez, se le ocurriese darme otro abrazo y tuviera que volver a ducharme, no señor, yo no pasaba por eso otra vez,- Caleb, ahora enserio, ¿que quieres?-le dije, no tenia tiempo, queria ducharme y prepararme para la cena, y mi pelo llevaba tiempo lavarlo y secarlo.

Su sarcasmo me hizo gracia, no la veía saltando por la sala como lo hacia Lovegood por los pasillos cada vez que la veía. Eso no iba con ella. Me separé de ella cuando contesto a mi propuesta. ¿Como se le podía ocurrir aquello?
-Soy malo, pero tirarte por la azotea no entra en mis planes. ¿A quien molesto yo si no es a mi hermana?El mundo seria demasiado aburrido sin ti
Le pellizque la mejilla, como hacían las odiosas abuelas cada vez que te veían. Volvió a preguntar y yo me estiré en el sofá desperezándome
-Lo estaba diciendo enserio. ¿Tanto cuesta creer que quiera ducharme contigo?Vamos, no como...
Me levanté y estiré mi mano hacia ella, aceptara o no, sabia que la iba a llevar conmigo

¿El mundo seria aburrido sin mi? Y sin él también, no me imaginaba un mundo en el cual Caleb Danvers no estuviese presente, es algo inimaginable, imposible, era mi hermano, mi plasta, mi pesadilla, Caleb Danvers, era necesario en este y en otros mundos,- Pues no se, es cierto que el mundo sin mi seria aburrido, pero bueno por probar...-dije yo con tono de broma, me gustaba mi vida demasiado como para tirarme desde una azotea asi sin más.
Su gesto me puso muy nerviosa, ya tenia bastante con las abuelas en Navidades y demás fiestas en las que las visitabamos, como empezase el tambien...
-Pues si, me cuesta creerlo, me creeria que quisieses que fuera contigo a gastarles una broma a los Slytherin, pero esto cuesta creerselo-Le contesté mientras me levantaba del sofá, ahora que me fijaba bien, lo habiamos dejado medio marrón, bonita combinación si, amarillo y marrón, preciosa.

-Si algún día piensas suicidarte llámame, quiero estar en primera fila.
Seguí su broma, aunque imaginármelo ya no me gustaba tanto, fruncí el ceño ligeramente cuando esa imagen se me vino a la mente. Miré como se levantaba poco a poco del sofá dejando ver como este quedaba tan sucio como yo había entrado a la sala común.
-Prometo ser un niño bueno
Me llevé la mano al pecho como promesa, poniendo cara de no haber roto jamas un plato en mi vida.
-¿O es que acaso tienes miedo de ducharte conmigo?
Sonrei de nuevo bromeando, ya habia visto su cuerpo desnudo en diversas ocasiones en casa, aunque fuera a escondidas y sin que ella se enterara. Pero sabia que también se habia dado la ocasion inversamente. Siempre que me metia al baño de la mansion dejaba la puerta abierta, sabiendo que el baño daba frente con su cuarto, a pesar de eso, en alguna ocasion tambien me habia paseado semi desnudo por la casa, con una toalla atada a la cintura

Sin duda si alguna vez me tiraba al primero al que llamaría para contarselo seria a él, por no decir el único, pero eso no sucedería o me mataban antes o yo no moría hasta que fuese muy viejecita.
-Si, seguro que seras un niño muy muy bueno, porque tu nuca eres malo ¿a que no?-dije con la tipica voz de cuando le hablas a un bebé. Era increible, no me iba a duchar con Caleb, no me iba a convencer, si queria que fuese con él iba atener que llevarme a rastras, porque yo de ahí no me movía.
-¿Yo tener miedo de ti? JA, si si, sobre todo eso, hay que ver que cosas se te ocurren, yo no te tengo miedo- Pero quien se creia que era, yo no le tenia miedo, en absoluto, solo habia 3 cosas que me daban miedo, los espacios cerrados y sin luz, los tiburones y los basiliscos. -Además, que tu de aqui no me mueves, cuando tu termines de ducharte, me ducho yo, pesado- continué, pero si que era cabezota, en eso nos pareciamos completamente, los dos eramos muy cabezotas.

El tono en el que se dirigió a mi me hizo reír. Me imaginé a Nella hablándole a un bebe... ¿Nella siendo madre? Seria el fin del mundo...
No quiso acceder, sabia que de lo cabezota que se ponía posiblemente la iba a tener que llevar a la fuerza. sin perder mi sonrisa característica, me encogí de hombros y caminé saliendo del hueco de los sillones.
-Está bien, tu te lo pierdes.
Me desabroche la camiseta y poco a poco la dejé caer al suelo. Me senté en una de las sillas para quitarme las botas y calcetines, y una vez descalzo, me puse de nuevo en pie para sacarme los pantalones y quedarme en bóxer. Caminé de nuevo en dirección a la puerta para salir a los baños, pero... Si creía que me iba a dar por vencido lo llevaba claro. Retrocedí para juntarme de nuevo a ella y darla un beso en la frente. Una táctica de distracción pues acto seguido la cargue a mi hombro como si fuera un saco de patatas

Empezó a reirse, "nota mental, no hablar a Caleb como a un bebé nunca más", me dije a mi misma, la verdad es que a mi también me hizo gracia, no entendía como me habia salido aquella vocecita. -No me pierdo nada, queridisimo hermanito.-Le dije con la voz más adorable que me salió.
Empezó a desvestirse y tenia que reconocer que en esos instantes me parecía más atractivo que nunca, tenia los abdominales marcados y los músculos desarrollados, no era la primera vez que le veía, en casa el baño daba con mi habitación y por alguna extraña razón que yo no comprendía cuando se duchaba, siempre dejaba la puerta abierta.
Se dirigió a la salida para ir a los baños, aunque luego dió media vuelta para darme un ligero beso en la frente y sin que me lo esperase me cogió por la cintura y me alzó como un saco de patatas.-Bájame, Caleb, que me bajes te estoy diciendo-empezé a pegarle patadas y puñetazos pero terminé cansandome no iba a soltarme tan facilmente, decidí dejar que me llevase, aunque cuando me bajase me iba a oir.

Como todo el mundo cuando la cogían de ese modo, empezó a patalear y darme pequeños golpes, no me hacia daño, no al menos con los puños. Tuve que coger sus piernas con la otra mano para que no me diera donde no debía.
Me abrí paso por los pasillos de los sótanos, pasando sus quejidos por alto, haciéndoles caso omiso, subí las escaleras principales aun con ella a mis hombros, la verdad que no pesaba mucho, siempre había dicho que no se alimentaba como era debido y tenia peso pluma. Terminamos llegando a los baños y ya no oía sus gritos, ya no hacia fuerza con los pies pataleando y sus golpes con las manos habían cesado.

Entré en los baños y me dirigí a las duchas abriendo el grifo de una de ellas
-Estimados pasajeros, llegamos a la ultima parada.
Comenté burlón bajándola bajo el agua de las duchas, mojándome yo tambien

Me llevó como un saco de patatas por todo el castillo hasta llegar a los baños, una vez allí me bajo cuando ya estabamos debajo de la ducha mojandonos completamente, sentía como la ropa se me pegaba al cuerpo me quité los zapatos y los calcetines, noté el suelo frío bajo mis pies y pegue un pequeño saltito debido a su frialdad, una vez me hube acostumbrado al frio del suelo me quite la falda y me desabroché la camisa dejandola caer al suelo y quedandome solo en ropa interior, Caleb estaba ahi parado con el pelo cayendole sobre la frente.
-Bueno, ya has conseguido muchas cosas en una tarde, me has manchado entera, me has llevado como a un saco de patatas y además ahora tengo el uniforme empapado, ¿algo más que quieras hacerme?-pregunté yo con una sonrisa.
La verdad es que a estas alturas deberíamos estar en el Gran Comedor cenando, pero sin embargo estabamos aqui empapados.

No me había abofeteado como esperaba que lo hiciera. Mi pelo resbalaba por mi cara, pegándose a la piel debido a que estaba completamente mojado por el agua que caía de la ducha. Me quedé mirándola como poco a poco se iba quitando la camisa y la falda. Me mordí el labio para luego volver a sonriente ante su pregunta
-Estas segura de querer saber esa respuesta?
Comenté burlón. Sin ningún reparo, me quité los boxers empapados. Ya que íbamos a ducharnos, los boxers no tenían cabida allí. Ni su ropa tampoco
-Por lo pronto, quiero como ya he dicho, una ducha con mi hermana. Pero en igual de condiciones.
La miré de arriba abajo pegándome mas a ella. Acariciando sus hombros a medida que bajaba los tirantes de su sujetador.
-Esto, por lo pronto, sobra....

Me quedé embobada contemplando sus grandes ojos azules, que contrastaban perfectamente con su pelo oscuro y la piel bronceada.
-Ahora me das miedo Caleb, no se yo si quiero saber la respuesta, no estoy muy segura.
se quitó los bóxers, pero yo no podia despegar la mirada de sus ojos y sus labios, esos que tanto anhelaba.
-Si, hermanito, de eso ya me he enterado-contesté yo con una gran sonrisa, de eso me habia enterado hace mucho, y con lo cabezota que él era, hasta que no lo consiguiese no se quedaría tranquilo.
No entendí muy bien eso de la igualdad de condiciones, hasta que se acercó a mi y empezó a quitarme el sujetador, su cercanía hizo que mi corazón empezase a latir cada vez más rápido hasta el punto de que no lo soporte más y lo besé.

Esperaba todos menos eso. Esperaba alguna bofetada por tocar donde no debía, por haberla traído a traición y por haberla mojado, pero de todas las cosas que me esperaba, ese beso no estaba en la lista. Correspondí a su beso sin oponerme, después de todo también deseaba besarla. Lo había deseado desde que mi padre se caso con su madre y habíamos tenido que compartir casa las 24 horas del día. Y si verla por casa no era suficiente, la veía en la sala común. Tenia que ocultar lo que verdaderamente sentía, molestarme por verlo con otras y aun así intentar tomármelo en broma para no delatarme. Llevé mi mano a su nuca, ejerciendo presión para profundizar aquello.
-Eso fue algo inesperado
Dije una vez me separé de sus labios, juntando su frente con la mía. Ese beso había despertado ese deseo dormido. El deseo de besarla, de tocarla... de hacerla mía. En ese momento me olvidé de nuestro lazo de hermanos y volví a juntar nuestros labios devolviéndole el beso

Sus labios eran suaves y estaban un poco frios por el agua, cuando el beso terminó le di en un hombro,-Esto por todo lo que me has hecho hoy.-le dije, luego le di en el otro hombro-Y esta, por diversión-continué riendome.
Me reí ante su comentario, supongo que era lo último que se esperaba después de todo lo que me habia hecho hoy, aunque yo tampoco me esperaba que me volviese a besar él, le correspondi el beso, me gustaba mucho, me gustaba su pelo. me gustaban sus ojos, me gustaba su sonrisa, me gustaba la manera en la que se reia, me gustaba incluso cuando me hacia de rabiar, no podria vivir sin él.
Cuando acabó el beso me empezé a reir, me reia por todo lo que habia pasado hoy, estaba feliz, llevaba queriendo besarle desde que lo conoci cuando mi madre se casó con su padre, lo veia siempre bueno casi siempre, en casa siempre, pero en Hogwarts no siempre lo veia, por las tardes cuando yo estaba con mis amigas o el con sus amigos le hechaba de menos, hechaba de menos sus tonterias, hechaba de menos que me hiciera de rabiar, lo hechaba todo de menos.

Mi beso fue correspondido. En esos momentos no podía pensar en otra cosa que no fuera ella, pero esto no podía ser, menos aquí, en hogwarts era sabido hasta el mas oscuro secreto. Había ojos y oídos por todos lados y aunque tu no los vieras ellos a ti si.
Me separé de ella una vez mas. ¿Y si por una vez dejaba que pasara lo que tuviera que pasar entre nosotros dos? Mi padre no había pensado en mi cuando se casó con su madre. Mas bien se había propuesto torturarme. Teniendo a alguien como Nella y no poder tocarla como deseabas... ¿ debía ser egoísta por una vez?

Por instinto y dejándome llevar, coloque mis manos sobre sus senos, cubriéndolos por completo. Debía admitir que tenia buena delantera
-No sabia que mi hermana estuviera tan dotada
Comenté con burla, moviendo mis manos en circulo moviendo sus senos. Eso era la gloria, había deseado este momento toda mi vida desde que piso mi casa. Quizás si se dejaba podría cumplir una de mis fantasías, luego para no empeorar las cosas con la familia haría como si no hubiera pasado nada... Me había besado y luego había correspondido a mis besos... Llevé mi rostro hacia sus senos, besando uno de ellos, lamiendo su pezon