I'll be always your Shadow....Bro - Prince-

Una vaga idea llegó a mi mente, recuerdos del pasado miserable al lado de mi abuela, sonrío y no es que sea una sádica, pero verla mientras su cuerpo era consumido por las llamas, es aun un recuerdo vivaz en mi mente, todo lo que ella quiso hacerme, el dolor que intento provocar, la deuda que nunca pagaría, bien, eso ya es historia y no debería recordarlo, me da igual de todos modos, pero mi sonrisa se adjudica a que estoy a punto de reencontrarme con mi hermano, si, el mismo que me salvó de la maldita vieja bruja mortifaga de la abuela Yeva, mi hermano no sabe que he tomado este trabajo y menos que podré verle con mas frecuencia, sonrío en mi interior porque lo único que sabe, es que la nueva delegada del ministerio de magia, esa que se va a encargar de enseñar a los alumnos mayores de edad, a desaparecer y aparecer, si, la arpía que va a pasar por encima de él y va a joderle la vida....vamos, mi hermano no es que sea un santo, no es que yo también lo sea, y ambos sabemos perfectamente con cuanto cariño, ven al ministerio dentro de Hogwarts, pero eso no va a hacerme menos, no importa como me llamen a mis espaldas, arpía o no, lo cierto es que me acerco mucho a serlo.

Por ahora no escucho voces a mis espaldas, avanzo con una falda lápiz hasta las rodillas, de esas faldas que detienen la respiración de muchos y paralizan...corazones, no es tan ajustada no, pero mis curvas se notan a la perfección, la camisa blanca seria por dentro, con un escote no muy pronunciado, pero tampoco tan recatado, si...simplemente esta era yo y un saquito que le suma elegancia, mi rubio cabello recogido en una moña y las gafas infaltables, complementan mi look, si... la arpía esta en casa.

Toco una, dos veces a la puerta del despacho del profesor de Artes Oscuras, unos murmuros se detienen, cuando veo a quienes susurraban, les dedico una mueca que es cercana a una sonrisa maliciosa, pero sin embargo sus pobres mentes no comprenden el alcance de la misma, golpeo nuevamente, que parece que mi hermanito en verdad odia al ministerio, pues sabe que a esta hora, la nueva enviada tomaría su puesto y él seria el encargado de mostrarle el lugar, no necesitaba un recorrido, pues hasta las mazmorras de Howarts había conocido en mi época como estudiante, pero al menos con su cargo, debería mostrarse mas amable.

Veo los arcos que adornan el techo del pasillo, sonrío un poco, esta oficina me trae recuerdos....viejos y muy buenos recuerdos, nunca fui la mejor estudiante, pero siempre fui aplicada y algunas veces me tocaba quedarme en los laboratorios, la biblioteca o incluso ese mismo despacho, estudiando, mi premio eran puntos extra...muy bien ganados y sobre todo pagados con menos horas de sueño, los maestros no eran muy amables con todos, pero yo siempre supe como ganarmelos, y sin tener que subir mi falda o mostrar escote, a diferencia de lo que otros pudieran decir.

Aclaro mi garganta y reviso el pomo de la puerta...abierta, mejor para mi, le giro y entro en aquella oficina - Buenos días profesor Acheron...- mi voz en un tono monocorde, no muestra rastro de emoción al verlo de espaldas, aunque moría por saltar y abrazarlo como siempre solía hacer, pero...esta vez mi vestimenta no iba a permitirlo, maldita la hora en que no tomé en cuenta esto.


off> lo prometí...un post cortito xD.

Como cada semana, habia solicitado la informacion sobre los ultimos puestos ocupados y las referencias de la gente que ocuparia los mismos. Me sorprendio ver en uno de los informes que la portada esba escrita en caracteres rusos, aquello trajo recuerdos de mi querida hermana a la que hacia muchisimo tiempo que no veia y a la que a pesar de lo que yo hiciera ver o incluso tratara de hacerme creer yo mismo... extrañaba mas de lo que hubiera podido imaginar.

Tenia la vaga esperanza que fuera ella la que solicitaba, mejor dicho, ocupaba el puesto, ya que si tenia ese informe en mis manos era porque la persona a la que pertenecia ya estaba ejerciendo sus deberes como tal.
Decidi dejar el informe para el final, fuera buena o mala noticia, preferia que fuera lo ultimo que viera ya que asi tendria menos tiempo de estar decepcionado en caso de no ser ella. Llego el momento en que no podia retrasarlo mas y tome la carpeta en mis manos, abriendola lentamente y solte un pequeño suspiro de satisfaccion mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro. Era ella, era mi querida hermana la que habia regresado y ocupado un cargo en el ministerio, lo cual queria decir que debido a mi posicion de auror, tendria mas contacto con ella del habitual.
Si la conocia como yo creia, lo primero que haria a la minima que tuviera algo mas de una hora libre, seria venir a verme, asi que aunque tenia algunas cosas que hacer, me las arregle para poder aplazarlas y quedarme en mi despacho esperandola. No fue hasta casi ultima que llego y la verdad era que tanto esperar, me habia hecho agarrar algo de sueño y me estaba quedando dormido en el sillon. Ni siquiera habia escuchado que llamara a la puerta y solo fue cuando ella estuvo dentro y me llamo con tan extraño formulismo que sali de mi estado y abri los ojos para verla.

Siempre habia vestido con elegancia y un toque de sensualidad extrema, que de no haber sido mi hermana, me hubiera vuelto loco. Ese dia para no ser menos venia vestida de forma que todas sus curvas y habia reconocer que tenia un hermosisimo cuerpo, se marcaban notablemente. Avance hacia ella y di una vuelta a su alrededor admirando con descaro tanto su delantera como al pasar por detras, detenerme a mirar su trasero y al regresar de nuevo a estar delante de ella la miro fijamente con toda la seriedad que soy posible.

- Señorita Sergeyevna, cree usted que este *señalo tanto su camisa como la falda* es un vestuario oportuno para alguien que trabaja en el ministerio? Cree usted que es vestuario indicado para venir a presentarse en mi despacho, a no ser que buscara algo mas de mi, que le advierto de antemano no obtendra? y lo que es mas importante aun... *vuelvo a dar una vuelta alrededor de ella pero esta vez no me contengo el impulso de darle una cariñosa nalgada y me pongo delante de ella sonriendole con malicia* Me puede explicar usted, por que en todo el rato que lleva usted aqui, todavia no se ha lanzado a los brazos de este profesor hermano suyo que tanto la quiere y la ha echado de menos tanto tiempo?

- Nunca me han gustado las fotos, prefiero tener el original.

Respondi directamente a su comentario mirandola fijamente. Sentia ganas de lanzarme sobre ella y comermela a besos, pero estaba en lo que parecia ser mas una entrevista por motivos de trabajo que una visita personal, por lo que guarde las formas y ya mas tarde daria rienda suelta a mis ansias de estrujarla hasta sacarle hasta el ultimo de los cacahuates por la oreja.

Me sente en mi asiento de nuevo mientras la escuchaba protestar, diciendo que su ropa era normal y como buena mujer que era, echando la culpa a la calenturienta mente de los hombres.

- Yeka, entiendelo, con tu cuerpo, cualquier prenda se ve mas sugerente de lo que pueda parecer, que le vamos a hacer... es cosa de genetica.

Me senti como si me regañaran cuando me acuso de no haberla visitado yo en todo este tiempo y sinceramente tenia razon para hacerlo, aunque mis motivos eran mucho mas fuertes que los suyos... yo ni siqueira sabia donde encontrarla ya que viajaba continuamente y no tenia un paradero fijo.
La vi colocarse las manos en la cadera, lo que hizo que sus curvas resaltaran aun mas si es que eso era posible y de nuevo mi vista se perdio por su cuerpo solo para molestarla.
Era mi hermana y la queria mas que a mi propia vida, aunque no lo creais, era la unica que no podia ver como mujer, la respetaba.

Me rei al escucharla hablar de aquella mesa, la acaricie despistado con una mano mientras mis recuerdos vagaban por aquellos tiempos en los que yo era estudiante y habia estado en aquel mismo despacho con alguna de las profesoras que me daban clases para...

- pues si hermanita, aun sigue resistiendo la condenada despues de tantos años, fijate que incluso aun... hace unos dias tan solo... estooo que te voy a contar a ti. Aunque si quieres te puedo hacer una demostracion de...

Lastima que hasta el molde se rompió al sacarme de el - respondo rodeando los ojos, la verdad es que pese a adorar a mi hermano, joderlo me podía aun mas, claro que la experiencia que él tenia, no era la misma que yo, 5 años...bueno 4 y un poco mas para ser justos y claros, dan para aprender demasiadas cosas, más cuando su vida le ha dado la oportunidad de obtener una experiencia que yo jamas poseeré.

Reí al escucharlo hablar de la genética - Bueno si...mi madre era muy guapa - le guiñe un ojo - aunque no sé para donde enviaron tu parte de belleza - me burlé pero sin llegar a hacerlo una ofensa -

Insisto - comencé y camine hasta un asiento, aunque mis manos se deslizaron por la suave y pulida madera, acariciándola lentamente, no llegué a sentarme en ella - Las fotografías duran mas - agregué al notar nuevamente su mirada, aunque aclarando las cosas, pesé a verme con detenimiento, esa mirada no poseía la lujuria que mi hermano desbordaba al encontrarse frente a una mujer, para mi alivio y su propia salud.

Rodee los ojos y reí aun mas, me acerco a mi hermano lentamente y sin apartar la mirada de su rostro, me detuve cuando algunos centímetros nos separaban el uno del otro - Sé cuanto resiste esa condenada mesa, tiene buena resistencia... quizás es la madera o la estructura, quien sabe - me encogí de hombros inclinándome un poco para tocar la superficie de la mesa, mis palabras se escaparon de mis labios muy cerca del oído de mi hermano, estaba tan cerca que podía escuchar su respiración, sonreí retornando a mi posición anterior.- sabes? el bambú tiene el mismo comportamiento que el acero?, pero vale no quiero tener demostraciones, quiero un abrazo!! - casi chille en lo ultimo, extrañaba a morir a mi hermano y hasta el momento solo estábamos siendo un par de cabrones...aunque a decir verdad, esto es lo que somos y seremos, ya viene en nuestra sangre, dos hermanos que se la pasan jodiendo el uno al otro y a los demás.

Mi rostro ahora era sereno y mi mirada cristalina, sin caretas, tal y como solía ser con mi familia, sincera, solamente yo, esa Yeka que es humilde y espontanea, no la bruja que todos miran por fuera, ni la cabrona que suele joder a todo aquel que odia.

Aunque sigo insistiendo que no me buscaste hermanito, debería estar resentida por ello.

Me rei con ganas al escuchar lo del molde, pensando para mis adentros que me creia mas el que hubiera sido ella quien lo rompio. era unica en su especie, si bien no era mi hermana y eso le daba mucho a favor.
Adoraba joderla al igual que ella a mi, eso quedaba bien claro a cada que nos encontrabamos. Pero tambien quedaba claro que ninguno consentiria que sea otro el que nos joda, nos queremos con locura y somos el uno con el otro de lo mas protectores.

- Siento no haber conocido a tu madre, pero creeme que si era tan solo la mitad de hermosa que tu, apuesto la vida a que si que lo era. Y respecto a mi parte de la belleza hermanita... fue a parar a una zona que no te mostrare a ti, asi que tendras que confiar en mi palabra

Nuevamente me insistio en el hecho de la foto, me causo tanta gracia que no pude mas que conjurar una camara de fotos y sacarle una imagen de su lado mas sexy. Tal y como tuve la copia de la foto en la mano, se la extendi ya no solo para que la viera y diera su visto bueno si no para que me la dedicara.

- Bien, ya tengo la foto, ahora como minimo, me la dedicaras con todo tu cariño paara que la pueda poner en mi escritorio y todos puedan ver la preciosidad que tengo por hermana, no? es lo minimo que merezco.

Se acerco a mi quedando casi pegada, haciendome unos comentarios sobre esa mesa que de no haber sido mi hermana, me hubieran escandalizado. Pero era inevitable, quisiera o no lo llevaba en la sangre y mi unica reaccion fue una media sonrisa que aparecio en mi rostro y unas pocas palabras que escaparon de mis labios casi sin poder evitarlo.

- Vaya con la mosquita muerta, quien lo hubiera dicho de ti.

Ya tardaba en reclamar un abrazo de mi parte, para ser sinceros, moria por darselo desde que entro por la puerta.. pero nos habiamos puesto a jugar a quien era mas cabron de los dos y a ese juego, jamas me habia gustado perder, ni siquiera con ella.

- Sabes que jamas doy algo sin recibir nada a cambio, hermanita y tu no vas a ser menos asi que... yo te dare ese abrazo si tu a cambio me das dos besos de esos que solo tu sabes darme.

Al fin y al cabo eramos, mejor dicho... somos hermanos, unos hermanos que a pesar de joderse a cada segundo, nos amamos con locura y al escuchar su reclamo de no haberla buscado, me senti mas culpable que nunca.

- Tienes razon Yeka, yo como el mayor debi haber dado el primer paso, pero ahora ya no importa. Estamos juntos de nuevo y esta vez hare todo lo imposible para que no nos volvamos a separar.

Cuando encuentras a alguien a quien puedes joder la vida entera, eres feliz, a mi que me revisen si miento, pero saben que es mas adorable? que ese ser a quien jodes sin remordimientos...sea tu hermano. Prince, Sharok o maldito cabrón -según mi estado de animo- es mi hermano mayor, el muy h** tambien adora joderme, responderme, nalguearme y si...me mira con ojos de lujuria que en realidad no lo son, todo es para provocarme, pero saben? se jode porque todo es un juego, si, lo sé, también lo suyo es un juego, eso es lo que mejora las cosas, somos igual de cabrones, buenooo no en vano somos hermanos, la mitad de mis genes son como los suyos, encontrarnos solo era cuestión de tiempo.

Y que parte de ti no he visto? ah si...tu alma?? - me burlo de mi hermano, sé que su respuesta puede ser cochombrosa, para otras no para mi por supuesto -

Jajajaja - mi risa se extiende por todo aquel sitio, aun tras la puerta algunos estudiantes podrían escucharla, no me importa, casi todos deben saber a estas alturas que Sharok es mi hermano, pues la arpía solo podía ser hermana de tremendo cabrón.-Malditos, malditos - se escucha rumorar - Los gemelos de Snape - dicen otros, lo que entra en un oído sale por el otro? no, de los pulgares de los pies me fui a colgar a uno, y a pasar desnudo entre hiedra venenosa al otro...si, cuando quería ser mala, me inspiraba.

Mosquita muerta? vamos ya quisieras...se de la resistencia de esta cosa, por otro tipo de asuntos, no por los tuyos, ejemplo sabes que originó esta mancha? - le dije acariciando la oscura madera, una extraña mancha azulada resaltaba con un brillo único que jamas disminuía - Fue un error mio...un mal calculo en una poción, no sé como es que no se quemo - había obviado un tanto lo del autógrafo, reía divertida en mi mente del solo hecho de pensar en algo - Ah...ese no es mi mejor lado, ni la mejor foto para que te envidien por tenerme de hermana, pero esta bien...- tomé la fotografía dedicándola ...

Para el hermano mas cabrón del mundo...Besos tu bella hermanita - y le deje pintados mis labios como sello - listo, aquí tienes -se la extendí sonriendo - venga que ahora quiero mi abrazo - reclame nuevamente

Estoy segura que incluso decías que no tenias hermanas...si, seguro me has negado - le dije sacando la lengua, ahh si bien lo conocía.- Y tienes suerte de que no te encierre...sabes que tengo los medios - con mi influencia o una simple sonrisa coqueta, podía conquistar el mundo, aunque este me parecía un poco aburrido.

Cuando eres alguien tan cabron como yo, te gusta tener a alguien capaz de igualarte, alguien que sepa darte la emocion de tener que superarte dia a dia y yo habbia encontrado a ese alguien en mi querida hermana.
Aunque llevaba en mi naturaleza ser un jodido mujeriego, debia admitir que jamas habia visto a yeka como mujer, para mi era mi hermana y alguien con quien disfrutaba haciendole las mas crueles travesuras, ademas de ser la unica a la que le permitia que me hiciera a mi lo mismo.
Aunque me daba rabia que me hicera segun que cosas... muy en el fondo debia reconocer que me gustaba, pero me gustaba solo por el hecho que era mi hermana, era la relacion que teniamos y aunque nos jodieramos a cada que nos veiamos, estabamos muy unidos siempre nos protegeriamos el uno al otro.

- Mi alma? vamos yeka, preciosa... en serio vas a insultarme de esa manera? yo jamas he tenido de eso... no seria yo si tuviera una cosa de esas.

De repente, note como su mente se concentraba en los murmullos que se oian al otro lado de la puerta. De seguro que a estas alturas ya debian hacer toda clase de apuestas, tratando de averiguar quien era la extraordinaria rubia que estaba en mi despacho. Vi que salia y comenzaba a torturar a algunos alumnos y una malvada sonrisa se comenzo a dibujar en mi rostro. Llegue a pensar por un momento, que pagaba con ellos la frutracion de no poder hacer la mitad de esas cosas conmigo y me acerque a ella colocando una mano sobre su hombro.

- Yeka, no crees que para ser alguien que trabaja en el ministerio haciendo cumplir las normas... estas siendo demasiado cruel?

Debo reconocer que senti un segundo de debilidad, emocionandome cuando dejo sus labios marcados en la foto que le habia pasado para que me dedicara. Inmediatamente, la enmarque con un hechizo y la coloque sobre mi escritorio, haciendole un nuevo hechizo que impediria que nadie la pudiera retirar jamas de alla. Queria que quedara junto a mi para siempre, poder verla y sentirla cerca de mi...

- Ocultar tu existencia? si y no... quien debia saber de ti si que le conte, pero sabes bien que no comparto mi vida con el primero que se cruza por delante... o es que acaso me vas a decir que tu has ido publicando a los 4 vientos mi existencia. Vamos hermanita, tu y yo solo nos abrimos a quienes realmente merecen ser considerados alguien cercano.

Me acerque a ella y acaricie su mejilla con el dorso de mis dedos, dandole un beso bien fuerte en la otra mejilla y abrazandola como si fuera el ultimo que le diera. Di en ese abrazo todos los que no le habia dado en los ultimos años y no pude evitar... mejor dicho, me fue imposible evitar aprovecharme de la situacion para darle una cariñosa nalgada.

- Yeka cariño, no sabes cuantisimo te he llegado a extrañar en estos años que hemos estado separados, prometeme que no te volveras a ir o esta vez juro que si te buscare... solo para matarte con mis propias manos.

Muchos dirán que soy estúpida por enfrentarme de esa forma a alguien con el poder de Sharok, pero es mi hermano...si se atreve a hacerme algo, mas jodido que yo podría resultar, el mejor mago del universo mágico puede ser, pero contra mi mente retorcida no iba a ganar, admitiendo cada uno su parte en nuestra historia, los dos somos igual de malditos y cabrones, si se meten con nosotros, no habrá piedra en la tierra debajo de la cual puedan esconderse y peor si se meten con mi hermano, la furia estalla en mi interior, al igual que lo hace en él, si alguien intenta o tan solo piensa en lastimarme, porque jodernos!! solo entre nosotros.

Olvidaba que los dementores ya habían robado tu alma...aunque un maldito no puede tener una...estas seguro de ser mi hermano? - pregunte y mi voz era la mas dulce de todas, claro que era fingida, no solía ser tan melosa todo el tiempo, esto era una jodida farsa, mi propio toque en el asunto, si bien alguien no me entendía o no estaba de acuerdo conmigo, pues que me dejara en paz, a mi no me importaba - Cumplir reglas...vamos! ellos han violado las reglas - moví mi varita haciendo que los chicos flotaran en el aire - portación de sustancias y objetos prohibidos...atentado contra las reglas de la escuela...publicación de textos ajenos al ministerio...que les enseñas por favor? - falso de toda falsedad, todo lo que mis labios pronunciaban iban apareciendo, lo genial de mi trabajo era esto, un agente del ministerio de magia, siempre, pero siempre tendría la razón.

Le sonreí a mi hermano y lance un hechizo que borraría la memoria pasiva de los chicos, no recordarían nada de lo ocurrido y como agregado les dejaría estudiar el resto de la tarde. - Bien , tú y yo estábamos en algo hermanito - le miré con malicia, adoraba joderlo y sabia que a él le encantaba joderme al mencionar aspectos sexuales o resaltar el atractivo de mi cuerpo, para todo su mal, era la única que nunca le haría caso y no es que él lo intentara, pero bien... mi hermano no me miraba como mujer, por suerte o si no quien sabe que habría ocurrido.

Nos abrimos, nos cerramos...lalalalala claro que quienes me conocen saben de mi poderoso hermano mago...o tu piensas que cualquier idiota se me acerca luego de que tú llegases al ministerio a hacer cenizas a aquel imbécil que yo había dejado vivo de puro milagro? - mire a mi hermano un tanto indignada - y solo estaba vivo para ser mi juguete...tan mal no estaba el tipo.

Le abrace en la misma medida que el lo hizo, si vale, extrañaba a mi hermano, sus regaños, las peleas, hasta esa maldita manía de ... lo hizo de nuevo!! por un demonio!! que nunca dejaría de golpear mi trasero?? - tú y tus cariños, hermosa forma de demostrar tu amor hermanito - le dije con ganas de darle un mordisco como siempre, solo para demostrarle que yo también sabia defenderme. - Matarme? si como no - bufé, como si fuera tan fácil acabar conmigo, primero era como un alma en pena, aparecía y desaparecía a voluntad.