Cena en Familia { Acheron , Irina , Samantha , Yeka y Arrast y Akasha}

Despues de una alrga partida habia vuelto a casa pero ya no era lo mismo y eso me tenia un poco alterada , despues de mi partida asi como asi sin ninguna nota o algo mi esposo creyo mi muerte y comenzo su vida, pero cuando volvi el y mi amiga samantha creyeron ver un fantasma y no lo podia nehgar hasta a mi me parecia raro esatr en frente de ellos.
Pues eso habia pasado y creia que si era consecuencia de mi partida , lo amaba tanto que solo me resigne , deseaba su felicidad ante que la mia....

Eramos una familia no muy comun la verdad en la historia se habia vido que un matrimonio era tan grande me rei ante el pensamiento pero era la verdad , yo estaba casada con Prince a la vez que el con Samantha y Irina una niña del colegio muy guapa a la verdad, era una familia grande y me gustaba , debia admitir que era una mujer horageña y en el fondo deseaba tener una familia grande.

Estaba feliz eramos una familia completa y eso me emocionaba de gran manera y sacaba mi lado tierno y protecto , pero al felicidad aumento cuando mi hermano Arrats venia a londres a pasar una temporada , eso me alegro completamente la vida , ambos eramos muy unidos.
En la mañana antes de irme al trabajo le mencione a Prince que deseaba prepar una cena en casa para la familia asi podiamos comer todos juntos y conocernos mas este acepto aunque le pedi que esa noche se comportara con mi hermano nunca entenderia cual era el motivo para que ambos se odiaran tanto. Cuando mi esposo acepto me fui al trabajo pero sin antes pasar por donde estaba alojando mi hermano , pronto deberiamos comprar algo para que el estuviera comodo como en la casa de donde nos conociamos.

- Anda Arrat , solo una noche de tregua , sera una cena entre tu , yo , prince , irina y samie y Yeka. * le dije haciendole morror, merlin era tan ostinado como papa y que decir de terco* vamos solo una noche tregua por mi...la tu princesa* le dije mordiendome el labio , no se como se veia mi rostro en eese momento por que acepto de buena ganas , le abraze y le bese ambas mejillas* te amo hermanito sos mi angelito.... es esta noche , en la mansion Lionheart , de traje y bien guapo * le dije con una sonrisa y me desvaneci en direccion al ministerio.
Tenia mas trabajo de lo normal rumbas y rumbas de papeles por mi oficina , solte un suspiro * si quieres un beuen trabajo ,...mejor hazlo tu mismo* dije para mi y comence a organizar mi trabajo, pase la mayor parte del tiempo en eso . Al mirar el reloj vi que solo faltaban 3 horas para poder estar en casaa cenando "Merlin!!!1" no habia organizado anda aun , asi que tome algunos papeles y me los lleve a casa.... me fui por la ref flu y apareci en al chimenea de Prince deje alli mis papeles y me fui de lleno a la cocina donde estaban los elfos-

- Hola en la noche abra una gran cenas, ayudenme a prepar todo y seran recompensados .... mi familia entera estara presente y deseo que todo sea perfecto* los elfos asintieron y todos se pusieron en marcha. Sali al salon , sacando mi varita comenze a arreglar la mesa y las cosas , no se cuanto tiempo me demoro la verdad pero me agrdaba como hbaia quedado el comedor .
Los elfos seguieron con su trabajo en la cocina cuando vi la hora solo quedaban una hora y debia arreglarme. subi rapidamente al cuarto principa y me di una ducha con agua caliente para relajarme , deseaba que esa noche fuera perfecta apra todos y si algo la arruinaba ya abrian consecuencias que minimo yo acaba en Azkaban por el resto de mi existencia, me rei mientras dejaba caer el agua por mi cuerpo , al terminar sali de la ducha envolviendome en la toalla al cuarto, con un elegante movimiento de varita comence a conjurar vestidos para la ocacion de todo los modelos, cortos , largos , claros , oscuros , negros etc etc . Hasta que encontre el que mas me gustaba , conjure los tacones del mismo tono con un toque de diamantes en el tacoy me vesti, me puse un poco de maquillaje y me arregle el cabello. Al al estar lista baje lentamente las escaleras sonriendo, un elfo se aparecio al pie de la escalera y sonrio inclinando la cabeza* mi señora la cena esta lista....solo..falta ..los invitados mi señora* dijo haciando una reverencia y se marcho.

Fui a amirar como estaba todo y sonrie ampliamente estaba perfecto me fui donde se encontraba algunos de los licores y me servi una copa de vino esperando que todos apareciera, senti algunos ruidos en la segunda planta , debian ser Prince y las chicas. Me volvi a acercar a ala escalera

- Apresurence ya esta todo listo no me obligen ir por ustedes * les dije lo ultimo en un tono amenazante mientras miraba el reloj esperando a que llegaran Yeka , Arrats e Ashi para cenar , deseaba que todo estuviera perfecto y que nada nos aruinara la velada a mi y a mi seres amados

decoracion:

No sabia bien el motivo, pero me habia levantado de muy buen humor, a pesar de lo que podais creer, es algo que no me gusta mucho ya que cada que ocurre algo asi, no tarda mucho en venir alguien a jodermelo con alguna desagradable noticia.

No tuve que esperar mucho para eso, ya que al poco de abrir los ojos, mi querida mujer, ok una de ellas, en este caso fue kath la portadora de mi jodienda de dia favuloso. En fin, que mi querida mujer se acerco muy contenta a decirme que queria preparar una cena familiar, una cena en la que por supuesto incluia tener que soportar al estupido mamon de su hermano.

Lo primero que hizo fue advertirme que queria una cena tranquila y que me guardara el rencor hacia su hermano y tratara de llevarme bien con el. No seria una tarea facil, pero despues que habia regresado cuando ya casi habia rehecho mi vida de nuevo y muy lejos de molestarse, lo habia entendido perfectamente aceptando acoplarse sin poner trabas ni hacer dramas, creo que le merecia el darle ese capricho.

Jamas me habia llevado con el y si me vais a preguntar por el motivo, creo que ninguno de los dos lo sabemos realmente, tan solo, hemos nacido para hacernos la vida imposible el uno al otro, aunque podeis apostar que al mismo tiempo, ambos dariamos la vida el uno por el otro en caso de peligro.

Ya me habia pueso de mal dia y no sabia que hacer, por un lado debia ir al colegio, ya que como director uno de mis cometidos era asegurarme que todo estaba en orden y por el otro, mi puesto como auror me hacia tener que pasar por el ministerio, pero saber que alla trabajaba kath, me hacia preferir dejarlo para otro momento y mandar una lechuza disculpandome.

Al llegar a la escuela me encerre en mi despacho, era mejor que ese dia no hablara con nadie ya que una mala respuesta o comentario fuera de lugar, podria hacer que hiciera alguna locura de la que luego pudiera arrepentirme.
Hubiera deseado que ese dia fuera eterno, que fuera de esos dias que parecen no acabar jamas pero como no podia ser menos, el destino me volvia a joder haciendo que el tiempo se me pasara volando y al mirar el reloj tuve que salir corriendo para poder arreglarme y no llegar tarde a la cena.
Me dirigi a la chimenea que tenia en mi despacho y me introduje en ella tomando un puñado de los polvos dando la direccion de la mansion y aparecer en mi propio cuarto.

Tenia aun tiempo de sobras para darme una ducha y arreglarme con calma, asi que busque los utiles de baño y me fui a darme una ducha.
Al terminar, me di cuenta que de todas las cosas que habia traido se me habia olvidado la toalla, pero al fin y al cabo, estaba en casa y en el cuarto, no habia nadie y no tenia por que preocuparme.
Cuando sali al cuarto, me encontre con que sammie habia llegado y se encontraba frente al espejo, de espaldas a mi probandose vestidos colocandolos sobrepuestos en su cuerpo para ver en el espejo que tal le quedaban. Por si eso fuera poco, andaba solo con la tanguita puesta y cierta parte de mi reacciono a eso acercandome por detras y tomandola por los senos susurrandole al oido...

- Que te parece amor, crees que este brazier te sentara bien con el vestido que elijas?

Creia que aun me daria tiempo a darme un pequeño aperitivo con mi ahijada, de hecho, estaba a punto de arrastrarla hasta la cama para jugar un ratito con ella cuando nuevamente, la voz de kath me retumbo en los oidos para joderme una vez mas avisando que ya estaba la cena y que bajaramos.
Mire a mi ahijada riendome y la ayude a levantarse para vestirnos y bajar abajo no sin antes susurrarle al oido...

- Te salvo la campana pero luego, cuando acabe la cena... recuerdame que de esta no te vas a escapar.

Un claro y tenue rayo de luz se colaba por la cortina espesa del cuarto, apenas el sol comenzaba a asomarse y ella no tenía deseo alguno salir de la cama. Sabía bien que en unas horas debería ir a clases pero últimamente sus pensamientos estaban algo dispersos y una extraña melancolía la había invadido estos últimos días.
Quizás era el saber que la primera esposa de Acheron había regresado o que en realidad el tenia a alguien más, a su ahijada con la que estaba casado también y se preguntaba cuál era su papel ahí, no podía sentirse cómoda del todo, eran todos adultos y era la única niña en esa relación.
Sentada en su cama abrazada a sus piernas miraba las páginas de su diario, había tanto que contar y por primera vez en varios años sentía la necesidad de tenerlos con ella, quizás ahora un sabio concejo le sería más que útil, pero había cosas que no cambiarían por más que lo deseara y saliendo de la cama comenzó a ponerse su uniforme del colegio. Sus compañeras de cuarto ya estaban levantadas y apuradas, se quedaron dormidas más de lo indicado y ahora todo era un caos en su cuarto.
Ella salió en silencio sosteniendo sus libros y su diario como lo más preciado que tenía, los pasillos estaban llenos de chicos, de todos los años haciéndose bromas, riendo, hablando de cosas que hacían en su tiempo libre, chicas hablando de los muchachos que les gustaban, de besos que habían dado o robado, un mundo tan ajeno a ella, no tenía muchos amigos con quien hablar de las cosas que le sucedían o de quien se había enamorado.
Las clases simplemente eran su única forma de distracción, no es que fuera alguien por demás estudioso pero a veces se refugiaba en sus tareas para evadirse de la realidad, pero aun así nada detenía el paso del tiempo y a la noche había sido invitada a una cena.
Todos sus instintos la advertían que no debía ir, era una mala idea, ella no tenía nada que hacer allí, menos rodeada de aquellas personas a las que apenas había conocido, en realidad solo oído nombrar. Además tenía que llevar un vestido elegante, solo tenía aquel que había usado para el baile de bienvenida, mientras su última clase acababa caminaba pensativa hasta su cuarto, debido a que Acheron era el director había conseguido el permiso para ir a la cena, pero seguía pensando que era mejor no ir.
Tomo un baño para aclarar sus ideas, tenía miedo mucho miedo, aquello era tan desconocido y nuevo, sin duda no debía ir, no era una buena idea pero en su interior, esa pequeña parte de ella que era ¿audaz? Una parte con la que no estaba familiarizada le decía que debía ir.
Parada en su cuarto con solo su ropa interior y unas medias de seda en sus piernas se miraba al espejo pasando distraídamente su dedo por su vientre. Tenía un tatuaje, era reciente y mientras lo miraba la duda crecía en ella, la cena no era buena idea pero quizás así lo veía un momento. Hacia unos días que no sabía de él, quizás ya la había olvidado, se dio un golpe en el vientre con el puño cerrado, justo sobre el tatuaje, pero no fue tan fuerte como hubiera deseado, esa inseguridad que la invadía la dejaba sumamente agotada. Sabía que el miedo que sentía era a que dejara de quererla, temía que su amor no fuera suficiente para él, que las otras lograran darle lo que ella no podía, perderlo significaría la pérdida de su ser por completo.
Presiono sus labios en una línea y reprimió unas lágrimas mientras comenzaba a formarse aquel nudo tan conocido en su garganta, tomo el vestido del colgador y se lo puso, volvió a recoger su cabello y apenas coloco maquillaje sobre su rostro, luego se dirigió a la chimenea de su sala común y tomando polvos flu se concentró en la chimenea de la sala del castillo.
Esta era la primera vez que iría, al menos conscientemente, recordaba un sueño lejano de que alguna vez fue a visitarla pero era también doloroso y evadió ese recuerdo amargo concentrándose mientras nombraba la mansión claramente.
Apareció en un momento, sacudiéndose las cenizas de la ropa y el cabello, miro a su alrededor y vio la mesa preparada, aquello era muy lujoso, aquello era un mundo en donde ella no tenía lugar y abrazándose camino hasta ver a ellas, eran las mujeres de Acheron, sus esposas la legítimas y por un momento deseo huir, correr lejos, era un error, lo sabía, jamás podría competir con ellas, jamás darle a él lo que deseaba y mirándolas en silencio tomo un poco de aire apretando sus brazos hasta dejar una marca en ellos de sus dedos y un tímido hola salía de sus labios.
Hola


VESTIMENTA

Desperté con una enorme sonrisa en el rostro, no se debe a nada en particular, supongo que sentirte bien en un sitio por primera vez y encontrar a una familia que pensabas no tener, alegra el alma...si realmente me sentía feliz con todo lo que ocurría, apropiarme en cierta medida de la familia de mi hermano y ver lo bien que se él se sentía, provocaba largos suspiros que escapaban tímidos de mis labios, el color en algún momento se apoderaba de mis mejillas, cierro los ojos mientras contemplo las aspas del ventilador girar, un rayo de sol escurriéndose por la cortina golpea en mis ojos y me distrae, es hora de levantarse.

Tras una ducha de agua caliente, me encuentro lista para iniciar mi día, el trabajo no es muy pesado y me veo en el que otrora fuese mi colegio, enseñando a los chicos mayores, el arte de la aparición.

No causó ningún asombro, que mi hermano me mandase a llamar, aunque admito que la curiosidad me podía, le di plazas solo por joderlo, hasta que por sus propias patitas tuvo que buscarme - Que coño esperas para responderme hermanita? - me preguntó con la usual dulzura que le caracteriza, porque eso si...puede mezclar groserías y transformarlas en palabras llenas de amor.

Tenía dos opciones...una que no fuera importante, pues has enviado a alguien a llamarme y no has venido tú, y la otra que fuera importante y en ese caso vendrías....porque tendría que ir yo? si puedes venir tú? - respondí con tranquilidad, mi hermano intentó responderme...no lo hizo, eso me hizo temer, cuando no responde en el momento, es que algo maquiavelico cruza por su mente, me informa de una cena que hará Kath, le sonrió, aun cuando me sienta feliz por su vida...es algo extraño tener tres cuñadas, termino aceptando y jurando mi asistencia, que tan difícil es creerme?. Tras eso se encerró y creo que no habló con mas nadie, mejor así, su rostro no parecía ir muy bien, le sonreí y di un beso en la mejillas y le vi irse, continué con mis clases.

Faltando un poco más de una hora, me retire a mis aposentos y tras un baño renovador, me vestí, lista para la cena, hacia mucho tiempo que no veía a mi cuñada, no es que las otras no lo fueran, pero tenía mas de conocer a Kath, por eso me extraño cuando ella desapareció, también estarían mis hermanas, Akasha era un tanto especial...bueno adoraba a todas, pero sin duda con ella las cosas eran un poco mas...cercanas.

Finalmente tomé mi bolso y me dirigí al castillo de mi hermano, vamos que a veces me gustaba estirar las piernas un poco...así que a diferencia de todos, llegué caminando.

Tock, Tock - se escucho en la puerta, si abría sería un milagro, me imaginaba que casi nunca la usaban, pero ahí estaba yo, llevando la contraria a todos. Un criado... bueno, un elfo domestico abrió la puerta sorprendido, apenas le di las buenas noches y entré dejando mi bolso en el armario, al igual que mi abrigo y mis lentes, me guiaron al salón principal -no es que no supiera donde quedaba- y ahí pude ver a mi hermano y sus esposas, por supuesto me dirigí directamente hacía a él para darle un beso cariñoso, al tiempo que le sonreía a todos por igual - Hermanito!! - le salude con alegría, mi rostro se iluminaba cuando estaba contenta, esperaba que la velada no fuese arruinada por nada , ni nadie, me separé un poco y vi a Sami, Kath e Irina.

Mis amores como están?-pregunte como saludo, acercándome a cada una y besando sus mejillas, mi vestimenta era sencilla, pero destacaba la elegancia que le imponía mi cuerpo a las prendas.

Muy bonito ha quedado todo - exclamé notando que mis hermanas aún faltaban.

Vestimenta

Seguía dando vueltas en mi cama, últimamente mi vida se había resumido a dormir todo el día, estaba realizando un estudio con plantas nocturnas, lo que hizo que mis horarios variasen completamente, era algo más parecido a un vampiro. Me costó salir de la cama, practicamente me arrastré al baño, sabía que tenía ir a la cena o sino mi hermano vendría a sacarme de los pelos de la cama.

Mi cuñada, bueno una de ellas apareció de la nada, todos pensamos que había muerto y de pronto apareció directamente del más allá. La verdad es que conocía poco a todas a ellas, pero no me importaba, las conocía lo suficiente para divertirnos la mayoría del tiempo además no podía decir pues era yo la que me pasaba el día entero en los malditos invernaderos pero era la vida que escogí y no quejaría de ello.

Dejé que el agua corriese por mi cuerpo y despertara cada célula lentamente, estaba más dormida que despierta aún, salí de la ducha masajeando mi cuello y me paré frente al armario.. No podía creerlo el lugar lleno de trapos y no sabía que demonios ponerme, finalmente escogí un sencillo vestido negro, corto y zapatos altos, alcé mi pelo en una coleta, me puse los aretes de mi madre, un par de diamantes, algo de maquillaje. Salí al balcón y contemplé los jardines de la mansión, pensando en los líos que tal vez se armen durante la dichosa cena, por fin estaríamos todos juntos entre cuatro paredes y mi humor hoy estaba bastante picante, la verdad no estaba para juegos ni sonrisas falsas muchos menos. Me senté en mi sillón y encendí un cigarrillo, llegaría elegantemente tarde, no es que me importase mucho que digamos, al fin y al cabo si mi presencia era tan necesaria ya me buscarían.

Terminé mi cigarrillo, lo apagué en el cenicero de cristal y entré a lavarme los dientes, me puse algo de perfume y escuché como había movimiento en la mansión, aparentemente a estaban llegando. Me di un último vistazo frente al espejo quedando complacida y bajé. Hice una pequeña parada en un mueble que tenía las bebidas, me serví un vodka pepper, tomé un trago mientras escuchaba los saludos en la habitación contigua. Sonreí al oír a Yeka, hace muchísimo no la veía. En contra de lo que había pensado estaban aún en el salón, me paré en el marco de la entrada y los observé sonriendo de lado - Veo que ya cayeron los peces en la red - dije con un tono mordaz, miré al elfo doméstico que pasaba a mi lado y le saqué la lengua, no me entendía con esa cosa, alcé una ceja mientras esperaba que se borrase del mapa.

Todos estaban guapísimos como siempre. Me acerqué a mi hermano y lo saludé con piquito - Hola Bro - me volteé a saludar a Kath con un abrazo y le di un piquito también a ella - Hola cariño.. que alegría tenerte de vuelta - miré a Prince levantando una ceja - no tiene pinta de zombie como dijiste - sonreí malevolamente - Estas hermosa Kath

Ni siquiera había saludado a la mitad y estaba podrida de los saludos, pero sonreí ampliamente a Yeka, la abracé, le di un beso provocativo en el cuello - Hola sis! ¿Cómo estás? - pregunté con una sonrisa mientras la abrazaba fuerte fuerte. Así también abracé a Irina y le di un beso en la mejilla - Hola Cosa - ya me caía mucho mejor que al principio pero no lo demostraría facilmente. Me acerqué a Sam y la abrace, dandol un besote - Hola pequeña cosa *0* - dioses esa niña si que había crecido - estás divina vida! - me deplomé en un sillón y tomé un trago de mi bebida, que seguramente había ganado otro año de añejamiento entre tanto saludo - La próxima les mando una lechuza con los saludos.. Dioses! Esto es tedioso.. no me malinterpreten es una alegría verlos, pero prefiero pasar de los saludos - dije con una mueca, me alegraba verlos en verdad, pero no estaba de ánimos, me habían agarrado en un mal día, sonreí malevolamente, esperando lo siguiente, miré a Prince - Asi que Bro, me preguntaba si vendrá tu sexy cuñado? - pensé en Arrats, sonriendo, no lo conocía casi pero tal vez esta fuera una oportunidad.

Tomé otro trago y jugué con el borde del vaso - ¿Cuál es el menú de hoy?¿o comeremos arroz? - sonreí pícaramente - Yeka como dijiste que se llamaba ese plato o bebida? El que era a base de arroz? Se me antoja saben - pregunté mordiendo mi labio.

Entonces el niño quiere jugar? - pregunta con malicia, le insultan los lamentos y el ruego de aquel infeliz que besa ahora sus pies, lo patea haciéndole caer de espaldas, sonríe de lado y limpia la comisura de sus labios, pues de los golpes una gota de sangre manchaba su rostro, podría usar la magia, nada se lo impide, pero se abstiene, prefiere ver como la vida de sus enemigos se extingue por mano propia, este es un lado que no todos conocen, uno que mantiene oculto, posiblemente al acabar su labor, su rostro mantendrá la pasividad e inexpresión de siempre, un cabrón maldito que de única debilidad tiene por nombre Kath, una despampanante castaña, de curvas de infarto, cualquier hombre y ojo...cualquier hombre incluido el mismo Arrats, mataría por recorrerlas.

Huye...- susurra levantando al tipo de la camisa, lo suelta y observa tranquilamente como corre, empieza a caminar en su dirección, piensa que va a escaparse? maldito traidor - Puedes correr, pero jamas huirás de mi - dice y su risa estalla, uno, dos, tres, un resplandor mágico ilumina el sitio, el cuerpo del traidor se desvanece en finas partículas de fuego y ceniza, está hecho, guarda la varita con cuidado y acomoda su abrigo, abandona aquel sitio y sale en dirección a su apartamento, deja su ropa sobre la cama y se retira a ducharse,el timbre pronto suena escandaloso, sale en toalla y sonríe al ver a su hermana parada en la puerta, sus labios ahora de un carmín intenso, se extienden mostrando su felicidad, le hace pasar y aunque le desagrada lo que ha pedido, no puede negarse, imposible es negarse a una petición de su hermana - Angelito...- murmura con desprecio una vez ella se ha marchado , Ángel es lo menos que puede decirse que el chico es, identificado mas con un demonio, el castaño busca como continuar sus asuntos.

A la hora indicada y aun cuando no le agrade su cuñado, ni esa vida que llevan, se presenta en el salón...es decir en la casa, pues él aunque use la magia, siempre debe llevarle la contra a todos, le hacen pasar los enanos- duendes, a él le da igual, todos son enanos- y expulsando el humo del cigarrillo se acomoda contra una columna, sonríe de lado al ver que todos se encuentran ya presentes, al menos aquellos que su hermana dijo que estarían, apaga el cigarrillo y metiendo las manos en los bolsillos del pantalón, se acerca al grupito, alcanzando a su hermana y tomando su mano para besar el dorso de la misma - Gute Nacht Sista, encantadora y deslumbrante como siempre Kath - sonríe guiñándole un ojo a su hermana y luego dedica una mirada coqueta a cada una de las chicas presentes - Damas...Sharok - saluda al ultimo a su cuñado, lo hace mas por obligación, que por querencia.

Nota a la rubia hermana de su cuñado y sonríe con perfidia y algo de lujuria, ella es el conejo que se le escapo al cazador, la gacela que huyó del leopardo, la presa que aún tiene en la mira - Yeka... nos vemos nuevamente preciosa - limpia su rostro y acaricia su barbilla sin dejar de observar a la rusa, pero luego son otros rostros los que capturan su atención, son las esposas de su hermana...si, el termino se le hace egoísta, porque Kath puede tener a dos? al menos como buena hermana debería compartirlas...a ellas por supuesto, y que se quede con el tarado de marido, mierda, al menos en eso no puede negar que el imbécil de su cuñado ha sido sagaz, aunque tonto en casarse, pero sagaz en conseguirlas, el problema es que su hermana es solo una concubina más, muy del estilo musulman, la primera esposa, pero no la única; he ahí...el odio del chico.

Vaya, vaya, pero si son Irina y Samantha...es un placer verlas - se acerca a cada una y besa sus manos con notable caballerosidad, aunque stop! no siempre que sea amable, significa que sus intenciones son saludables.

Nota a una chica que no tiene el placer de conocer, pero espera a que su hermana haga la presentación debida, no ignora el hecho de que Sharok tiene muchas hermanas y a las única que conoce son la rusa y la de dulces ojos.