Una enfermería sin enfermos es tan aburrida como una clase de historia de la magia con un fantasma que no admite estar muerto. [Tom Riddle]

El colegio estaba siendo gobernado por nosotros los mortifagos, la mayoría del profesorado había abandonado por no someterse a mis mandatos y estos puestos bacantes los habían tomado mis fieles seguidores. Era la mejor época de hogwarts sin duda alguna, de haber sabido que la cosa iría así hubiera tomado antes el castillo.
Aquellos que seguían revelándose contra mi eran sometidos a severos castigos y las alumnas encerradas en las mazmorras para cualquier capricho de mis ambiciosos mortifagos, algunas ya se habían acostumbrado a quien mandaba sobre ellas y simplemente se dejaban llevar en sus encuentros clandestinos. Dos de ellas ahora tomaban el apellido Riddle haciéndolas absolutamente mías. Adoptar no era cosa mía, si yo adoptaba a alguien y le daba mi confianza no era en vano y Potter estaba apunto de descubrirlo. Y en cuanto a las otras dos... solo quien yo mandara podría hacer uso de ellas, nadie dejaba de ser una esclava, llevaran o no mi apellido. Un simple nombre no bastaba para quitarte toda una vida de servidumbre. Caminaban tranquilas pues sabían que ahora solo yo mandaba sobre ellas, hasta que un día, el menos pensado, me volviera a deshacer de ellas mandándolas de vuelta a las mazmorras.

Rodolphus era profesor, Regulus iba y venia cuando le daba la gana. Bellatrix era una fiel seguidora y Ella había también entrado a formar parte del personal de Hogwarts. El sombrero seguía mandando a los alumnos a sus casas correspondientes, pero cada vez eran mas Slytherin los que acudían, las filas de alistamiento del alumnado iba creciendo y mis planes marchaban como yo lo había planeado desde un principio. Solo faltaba una cosa que aun me tenia intranquilo. Ese maldito libro. Daphne tenia sus maneras pero no creía que pudiera hacer nada en un intento de completar su misión de traérmelo de vuelta, en cambio a Ella nadie se le escapaba.

Podría ir yo directamente a cogerlo en persona, pero conmigo tendría la guardia alta y podría dar cualquier paso en falso, prefería mantenerme "al margen" y mandar a mis súbditos. Entré en la enfermería donde sabia que la encontraría sentada en su escritorio después de haber tenido un día de trabajo, algo ajetreado en la ultima semana según tenia entendido

Estaba sentada con las piernas en lo alto de la mesa y en cuanto me vio aparecer rápidamente las bajo y se arreglo el uniforme algo arrugado que tenia. Se acercó con sus andares elegantes acortando las distancias. De haber sido otra persona ya hubiera puesto alguna mueca de desagrado pero Ella era una de las pocas que no se llevaban ese gesto por mi parte, la pelirroja era alguien en quien sabia que podía depositar mi completa confianza. Ella y Bellatrix eran mis mas fieles seguidoras.
-De momento todo marcha como espero
Contesté, eso esperaba la verdad, aunque dudaba que Greengrass hubiera echo su trabajo
-De todas maneras no pierdas de vista a Greengrass y a la traidora de Weasley. Esa pelirroja tiene algo que me pertenece

-Daphne accedió a ayudar a cambio de mantener a su hermana al margen, pero si falla nos veremos obligados a enseñarlas como son las cosas aquí
Si fallaba en su misión tanto ella como su dulce hermana pagarían las consecuencias. Me senté sobre una de esas camillas frente a Ella.
-Ella y su amiga Granger entraron en la sala prohibida y se llevaron un libro
Esas dos siempre traían problemas, primero me ocuparía de la sangre sucia, recibiría un castigo del cual tendría presente con quien estaba tratando... Si no tenia bastante con las Riddle ahora se sumaba esto... Ser director y señor tenebroso levantaba dolores molestos de cabeza