Un dia como otro cualquiera {Draco}

Ese año estaba siendo completamente distinto a los demás. Con el señor tenebroso dirigiendo el colegio muchas cosas habían cambiado, para empezar la forma de tratar a la gente era completamente diferente y la libertad que tenias para hacer lo que quisieras había aumentado. Muchas cosas habían cambiado a mejor desde su punto de vista, los mortifagos ahora gobernaban el colegio y no tenían por qué esconderse. Eso si que era realmente vida.

Para empezar todo el tema de las habitaciones era toda una aventaja. Ahora podía ir a donde quisiera sin ningún problema y pasar la noche con quien quisiera. Pero había una persona que se lo impedía, Astoria Greengrass. Estaban prometidos por un acuerdo entre padres y cuando se lo comunicaron no le hizo ni pizca de gracia. Figuraba que su libertad como hombre se tenía que acabar, o por lo menos disminuir. Tenía que dejar de acostarse con cualquiera y así hizo. Pero había una persona con la que era inevitable seguir cayendo una y otra vez. Pansy Parkinson.

Esa noche la chica lo había venido a visitar al cuarto para dormir con él. No se negó, le apetecía mantener relaciones sexuales con ella y así fue. Rápido y simple, sin sentimientos entre medio. Cuando acabaron parecía que la chica se quería quedar a dormir, así que la dejo en la cama y él se levanto de ella. Se puso un pantalón de pijama largo y una camiseta que tenia por ahí tirada. Tenia que hacer una visita esa noche.

Salió del cuarto y puso rumbo a una habitación que conocía muy bien, la habitación donde dormía Astoria. No tardo mucho en llegar y menos en entrar, no pico a la puerta, no tenia por que hacerlo. Observo directamente la cama de Astoria y vio la figura de la chica estirada en ella y con la cara tapada. Camino a paso lento hasta la cama y se sento a la altura de los hombros de la chica.-Durmiendo tan pronto?-Dijo en un susurro.-¿Vas de niña buena?-Bromeo.

La miro directamente a los ojos mientras esta se destapaba la cara. Seguramente le estuviera extrañando que él se encontrara en su habitación. Jamás había acudido a verla, siempre esperaba que ella lo hiciera o que cualquier otra persona la sustituyera. Pero esa noche había decidido que era el preciso momento para dar ese paso e ir a visitarla. Total, no le costaba nada y sabía que saldría bien parado de ese acto. Sonrió de lado al escuchar las palabras de la chica.-Ya sabes que soy un hombre ocupado.-Le comento aun entre susurros.-En cuanto he tenido un momento lo primero que he hecho a sido venir aquí.-Le dijo alargando la mano para acariciar el cabello de la chica.

Desde que habían anunciado su futuro matrimonio la relación con Astoria se había vuelto complicada. Continuas peleas en publico o en privado, cuando se enfadaban no median sus palabras y se podían llegar a decir de todo. Pero de vez en cuando, como en ese momento, podían pasar algún momento agradable entre los dos. Solo era intentarlo. No podía negar que la chica le volvía loco, no aguantaba su forma de ser y de actuar pero sabía que tenía que acostumbrarse. Iba a tener que formar una vida y una familia junto a ella. No había marcha atrás en su matrimonio y nadie podría anularlo aunque fuera lo que mas quisiera en este mundo.-¿Cómo estas enana?-Le gustaba llamarla así porque sabia de sobras que a ella no le gustaba que la tratara como una niña pequeña, como alguien menor que él. Para algo ella tenia quince años y el diecisiete

Muchas veces deseaba su vida anterior. Esa vida que había tenido hasta hacia un año, antes de que hubiera el cambio de director y que le comprometieran con Astoria. Esa vida era mucho más fácil y sin complicaciones, podría decir que era incluso más divertida. Pero en el fondo sabia que todo tenía que cambiar tarde o temprano y lo había hecho antes de lo esperado. A su parecer el cambio de director había sido para bien, pero le habían quitado la diversión de tener que esconderse de los demás y poder hacer de las suyas sin que nadie realmente supiera quien había sido. Ahora se permitía hacer cualquier cosa y no tenia porque ocultarse, es decir, menos emoción al asunto. Después esta todo el tema de Potter, nadie se hubiera imaginado que acabaría siendo el hijo adoptado de su señor, toda esa rivalidad se había acabado y ahora Riddle no tenia nada por lo que realmente luchar.

Siguió acariciando el pelo de Astoria mientras esos pensamientos rondaban por su cabeza. Intentaba no darle mas vueltas de lo necesario a todo lo que pasaba a su alrededor, pero a veces era inevitable. Escucho las palabras de la chica y sonrió pícaramente.- Tu diversión a llegado enana.-Le dijo antes de acercarse a ella lentamente y darle un corto beso en los labios.- Y te aseguro que no te va a defraudar.-Concluyo antes de volverla a besar con mas intensidad. No podía negar que de vez en cuando hacer eso con la chica no estaba nada mal, pero él siempre había sido un alma libre y sentirse atado a una persona de por vida le daba un poco de miedo. Y mas si era una persona con la que tenia constantes discusiones.

Todos mis males desaparecían cuando el estaba conmigo, no podía pensar en problemas cuando lo tenia a mi lado, era imposible quitarle de mis pensamientos.
Cerré los ojos, disfrutando de sus caricias, se había quedado callado durante un corto periodo de tiempo y fue cuando me pregunte ¿En que estaría pensando para quedarse callado?

Me sonrió y yo por acto reflejo se la devolví. Su primer beso supo a poco pero conforme terminaba su frase aquello prometía ser otra de nuestras veladas románticas y espontaneas. Ahora era yo la que se preguntaba hasta cuando íbamos a estar con un tira y afloja todo el tiempo.
-Eso espero...
Sus labios volvieron a besarme y yo lo correspondía con gusto dejándome llevar por las emociones de tenerlo una noche mas tan solo para mi sola. Coloque mis manos alrededor de su cuello y lo atraje hacia a mi conforme yo me iba tumbando en la cama

Aunque tuviera muchas cosas en la cabeza no había venido a la habitación de Astoria para seguir pensando en ellas. Necesitaba un poco de distracción y sabía que con ella lo conseguiría fácil. Al menos me servía para despejarme y dejar de pensar en todos esos problemas que se iban acumulando poco a poco. Ya los enfrentaría en otro momento, un momento en que su mente estuviera suficientemente preparada para darle vueltas a todos los temas. Ese no era el momento correcto.

Noto como la chica se tiraba para atrás y él le acompaño sin despegarse de ella. Paso una pierna por el cuerpo de la chica quedando encima, con una rodilla a cada lado para no dejar todo su peso encima de Astoria. La siguió besando con más intensidad mientras su mano derecha se paseaba por el rostro de la chica lentamente. No podía negar que era guapa, que le atrajese tampoco era una cosa que se pudiera dudar. A lo mejor si consiguieran llevarse un poco mejor todo iría perfecto, pero jamás se puede tener todo.

La siguió besando, disfrutando del sabor de sus labios. Noto las caricias en el pelo y se acercó un poco más a ella para profundizar el beso. Pero antes de que se diera cuenta la chica consiguió cambiar rápidamente de posición y ponerse ella encima, para el mejor, mucho mas cómodo.

Entonces noto como la chica le empezaba a besar el cuello, se relajo, disfrutando del momento. Su mano se coloco en la espalda de la chica, acariciándosela lentamente e introduciéndose discretamente por debajo de la camisa. Introducio la lengua en la boca ajena para profundizar el beso mientras las caricias no cesaban. No se arrepentía para nada haber acudido esa noche a la habitación de la morena

Mientras seguía notando las caricias de la chica le empezó a sacar la camiseta lentamente y sin ser demasiado brusco, disfrutando de cada instante. Pero no pudo acabar la tarea a causa de que la chica le aprisiono los brazos en los barrotes de la cabecera de la cama. Sonrió pícaramente mirándola y se mordió el labio- ¿Qué pretendes pequeñaja?- Le dijo antes de cerrar los ojos para disfrutar de las caricias y los besos de la chica. Él se dejaba hacer, total la chica siempre había sabido como darle placer y él no tenia queja alguna. Si ella quería dominar, él no se iba a resistir.

Abrió de nuevo los ojos y miro a la chica que se encontraba besando su pecho y levanto las piernas para aprisionarla contra el y tenerla mas cerca. No podía mover las manos así que algo tendría que hacer.